Los mejores consejos a la hora de comprar o alquilar una carretilla elevadora
Salvador Montesinos es experto en material handling. Hoy nos trae este interesante artículo que seguro te será de mucha utilidad.
Ha llegado el momento de buscar una carretilla elevadora. En nuestra empresa aparece una necesidad de transportar material y hemos decidido adquirir una máquina que nos facilite la tarea. Estupendo, una carretilla o transpaleta es sin duda lo más adecuado, pero... ¿cuál?
Es normal encontrarnos en esta tesitura, donde aparecen las típicas dudas: una máquina eléctrica, diésel o de gas... nueva o de ocasión... qué modelo, qué marca, qué capacidad... alquiler o compra... Enseguida observarás que es casi tan complicado como comprar un coche, pues son muchas las variables a tener en cuenta. Sin duda, es una decisión que requiere tiempo y consideración. ¿Por dónde empezamos?
Antes de decidir cualquier otra cosa, las horas de uso serán lo primero a tener claro. De nada sirve comprar una máquina de última generación si no la vamos a usar apenas. De la misma forma, tampoco deberíamos comprar una máquina de ocasión si la utilización va a ser muy elevada.
Pensemos en cuántas horas al día vamos a utilizar la carretilla:
La segunda decisión más importante tiene que ver con el tipo de motor de la carretilla. Si el uso va a ser mayoritariamente en interiores, no lo dudes, tu modelo debe estar propulsado por un motor eléctrico alimentado por baterías de plomo o litio. La ausencia de emisiones y su silencio las hace ideales para ello. Por contra, si el trabajo se va a desarrollar al aire libre, un motor de combustión puede ser alternativa, pues nos ahorrará los tiempos de carga y salen más económicas que sus primas eléctricas. Aquí disponemos de 2 opciones: gas y diésel. Conviene estudiar cuál interesa según el precio del combustible y las posibles medidas de seguridad que haya que cumplir para almacenar ambos.
En resumen:
Los pros y contras de cada tipo de motor son:
Estudia el peso que será necesario levantar para adquirir un modelo con una capacidad de carga suficiente. Agrega un 20% más por seguridad.
¿A qué altura hay que elevar la mercancía para cogerla o depositarla? Será otro de los requisitos a tener en cuenta. Se suelen emplear mástiles de diferentes alturas: simple, doble, triple...
Mide bien la anchura de los pasillos por donde tiene que pasar la carretilla. Dependiendo de sus dimensiones, tendremos que adquirir un modelo con un ancho determinado y dejar un margen de seguridad para evitar choques.
Si consultas el catálogo de cualquier fabricante, verás que existen multitud de accesorios o implementos para una carretilla elevadora. Algunos son muy útiles y ahorrarán horas de trabajo, por lo que es importante tenerlos en cuenta. Hablaremos de ellos más profundamente en otro artículo, pero aquí listamos los que consideramos más importantes junto a una descripción orientativa:
Si es la primera vez que vas a adquirir una carretilla, o tienes dudas al respecto de alguna de las tecnologías que incluye, no lo dudes, tu opción es un alquiler de corto plazo. Qué mejor manera de probar in situ la máquina y asegurar que satisface tus necesidades.
Cuando ya tenemos claro que una máquina responde y es necesaria para nuestro negocio, la compra puede imponerse. En este caso, atento al coste total de propiedad. Considerar solamente el coste inicial de compra es uno de los grandes errores. Tenemos que tener en cuenta sus reparaciones, repuestos, cambios de ruedas, revisiones... que harán incrementar la inversión inicial. Pero esto lo dejaremos para un futuro artículo.
Me ha parecido muy interesante.