¿Cómo afecta el viento a una plataforma elevadora?
Las plataformas elevadoras móviles de personas (PEMP) están concebidas para trabajar en condiciones ventosas, con la excepción de las diseñadas exclusivamente para trabajo en interiores. Esto no significa que puedan resistir cualquier tipo de viento, si no que el fabricante garantiza una operación segura hasta una determinada velocidad de viento máxima. Por regla general, es de 12.5 m/s (45 km/h), aunque siempre vendrá especificada en la propia máquina.
Antes de iniciar cualquier trabajo en exterior con una plataforma elevadora, es indispensable consultar las condiciones meteorológicas, para tener una previsión del viento que puede hacer. Además, también es necesario medir la fuerza del viento insitu. El uso del anemómetro es obligado para trabajos en altura para obtener la velocidad del viento actual. Si no disponemos de él, otra opción es usar la escala de Beaufort para estimar qué velocidad de viento existe. Con un valor por encima de 5-6 deberíamos evitar el uso de la plataforma. Por último, no debemos conformarnos con el valor de velocidad a ras de suelo, pues ésta aumenta con la altura, pudiendo ser un 50% superior a 20 m.
El viento es caprichoso, pueden sucederse rachas que incrementen su fuerza, pero además, existen otra serie de elementos multiplicadores:
Aunque la plataforma pueda operar con vientos cercanos a 12 m/s, ¿qué hay del operador de la misma? La sensación térmica con viento moderado puede hacer que una temperatura agradable en superficie se torne muy fría en lo alto de la plataforma. La ropa cortavientos y de abrigo es un instrumento esencial cuando se trabaja en estaciones frescas o invierno. De lo contrario podemos sufrir congelación de extremidades que nos hagan dificultoso operar con seguridad los controles de la plataforma.
Se requiere mucho juicio para evaluar cuándo hace demasiado viento para continuar con las operaciones de elevación. La mayoría de los fabricantes de plataformas tienen recomendaciones sobre la velocidad de viento máxima permisible que se publican de manera visible en la propia máquina. En ausencia de consejos escritos específicos de los fabricantes, considere seriamente posponer el trabajo si la velocidad del viento es superior a 10 m/s o sencillamente "no lo ve claro".
Enrique Pérez es especialista en material handling en CLEM
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